En vez de considerar la certificación europea como un impedimiento para el negocio, creemos que se debe de considerar como un reto que en muchas ocasiones puede añadir valor a sus procesos y productos.
Nuestro objetivo es asistir los fabricantes de vehículos en encontrar soluciones pragmáticas a sus necesidades de certificación/homologación, definiendo el proceso de tal manera que tenga un impacto mínimo en su tareas diarias y que, en determinados casos puede hasta incrementar su eficacia.
Desde la introducción de la directiva Europea 2007/46, el ámbito de aplicación para la certificación de vehículos se amplió a todas las categorías de vehículos y fases de construcción. Como consecuencia de ello, la certificación Européa se ha convertido en una realidad diaria para la mayoría de constructores/transformadores de vehículos a los que antes no les afectaba tanto el marco reglamentario de reglamentos UN/ECE o directivas de la UE.